La terraza es una simbiosis de decoración ibicenca, oferta gastronomica y espacio de ocio veraniego.
En solo unos meses, explican, el público ha cambiado en consonancia con la resurrección de su arquitectura y el brillante interiorismo de Mercè Borrell. El alojamiento es frecuentado ahora por parejas y grupos familiares que valoran el poderío patrimonial y la quietud que transmite. Eso sí, aunque la calle de Sant Pau se ha visto beneficiada por el empuje del España y nuevos usos, todavía hay que aleccionar al huésped sobre la seguridad en el entorno.
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